La biblioteca escolar puede entenderse como un servicio de los Centros Educativos en el que se reúnen, organizan y usan los recursos documentales necesarios para el aprendizaje de los escolares, la adquisición de hábitos lectores y la formación en el uso de la información. La biblioteca escolar se configura de esta manera como un elemento básico para establecer una verdadera cultura comunicativa y de aprendizaje permanente en los centros.
La sociedad del conocimiento nos acerca cada vez más a un concepto de biblioteca como centro de recursos educativos para la enseñanza y el aprendizaje. En la biblioteca escolar se organizan y centralizan los recursos del centro. Actualmente, tanto la organización como la dinamización de la biblioteca escolar requieren de equipamiento tecnológico adecuado: acceso al catálogo a través de terminales de ordenador, formación de usuarios en información utilizando las tecnologías avanzadas, colección automatizada, etc., (y por tanto intervenciones en el centro para garantizar la alfabetización tecnológica e informacional tanto del profesorado como del alumnado).
Para cumplir sus funciones la biblioteca del centro ha de contemplarse dentro del Proyecto Educativo como otro ámbito de actuación a la hora de priorizar la distribución de los ordenadores disponibles y entender que es un recurso que alberga una colección de materiales librarios y no librarios (CD-Roms, programas informáticos, vídeos, etc.).
Desde la biblioteca se crearán programas de formación del alumnado en habilidades para usar la información presente en distintas fuentes (internet, revistas, libros...). Para planificar las actividades recomendamos los monográficos números 3 y 4 de la colección de materiales para el servicio de biblioteca escolar editados por esta Delegación Provincial.
Los planteamientos pedagógicos de los diferentes currículos se basan en el aprendizaje activo y autónomo, lo que requiere poder contar con los recursos necesarios. Así pues, la biblioteca escolar debe facilitar el libre acceso a las fuentes de información y propiciar la igualdad de oportunidades de todos los estudiantes con independencia de su condición social y cultural.
Por lo tanto, el modelo de biblioteca escolar que estamos planteando se puede definir como un nuevo lugar de aprendizaje, que alberga una colección organizada y centralizada de todos aquellos materiales informativos que necesita el centro para desarrollar su tarea docente, bajo la supervisión de personal cualificado, y cuyas actividades se integran plenamente en los procesos pedagógicos del centro. Este nuevo concepto de biblioteca escolar implica:
-Un nuevo lugar de aprendizaje: La principal razón de ser de la biblioteca escolar es la de apoyar la totalidad del currículo. Debe ser un nuevo lugar de aprendizaje en el que alumnos y profesores tienen a su alcance una gran diversidad de recursos educativos y pueden poner en práctica una metodología más activa y participativa. La biblioteca escolar se transforma así en un lugar de encuentro, un espacio de comunicación e intercambio en el que desarrollar experiencias interdisciplinares y abordar los contenidos transversales al currículo. La utilización de la biblioteca escolar plenamente integrada en el proceso pedagógico del centro favorece la autonomía y la responsabilidad de los alumnos en su aprendizaje. Es el lugar idóneo para la formación de los escolares en el uso de las diversas fuentes de información y para fomentar la lectura como medio de entretenimiento y ocio.
-Diversidad de materiales y fuentes de información: Además de documentos impresos, la biblioteca deberá disponer de fotografías, diapositivas, mapas, globos terráqueos, discos, cintas, películas, etc. Y los soportes nuevos: discos compactos, CD-ROM, vídeo interactivo, programas de ordenador, bases de datos en línea, acceso a Internet, etc.
-Gestión centralizada: La biblioteca debe reunir todos los materiales informativos del centro, aunque por falta de espacio se vea obligada a distribuir sus fondos por diferentes lugares del centro. En cualquier caso, la gestión debe estar centralizada en la biblioteca, bajo la supervisión del responsable, de manera que se garantice la organización y disponibilidad de todos los materiales.
-Abierta al exterior: La biblioteca escolar, como el centro del que forma parte, no puede permanecer aislada. Es preciso que se relacione con su entorno social y cultural colaborando, por ejemplo, con bibliotecas de su barrio o localidad, asociaciones culturales e instituciones públicas y privadas.